Diego Aznar es para muchos un desconocido, pero no dudamos de que será por poco tiempo. Este joven turolense lleva años perfeccionando y dando forma a una técnica muy personal y depurada, tanto, que resulta difícilmente descriptible. No podemos hacer otra cosa que intentar etiquetar su obra como hiperrealismo, pero tampoco sería de extrañar que alguien lo llamara impresionismo, así que lo mejor será que lo juzquéis por vosotros mismos, porque la obra de este singular talento podrá verse en Zaragoza, en la Galería Cristina Marín (Manuela Sancho 11), durante todo este mes de mayo en horario de martes a sábado, de 18 a 20:30 h.
En De lo no fingido, Diego Aznar transita sobre la fina cuerda de lo onírico, por la frontera entre vigilia y duermevela, o por la soledad del paisaje interior, donde la versión más intimista de Edward Hopper reverbera en forma de eco, con marcado acento freudiano.
No os dejará indiferente. Palabra.