Este bufete de servicios fiscales requería de un naming potente y sonoro que evocase fiabilidad y garantía, y representase la solidez de su trabajo. Por eso los denominamos Tótem, un nombre mitólogico cuya sonoridad aporta fuerza y carisma, además de plantearse como una presencia protectora. Su sencilla combinación de caracteres, pronunciable en cualquier idioma, es fácilmente recordable gracias a la persistencia fonética bilabial de la “m” final.
